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La transformación de la pelvis durante el parto.
Durante el parto, la pelvis femenina se adapta gracias a las articulaciones móviles y a la relajación de los ligamentos por hormonas como la relaxina. Las suturas flexibles del cráneo del bebé ayudan a facilitar su paso por el canal del parto. Descubre como tu cuerpo se prepara para este acontecimiento extraordinario.
Laura Buil Godia
6/21/20243 min leer


Durante el proceso del parto, la pelvis femenina experimenta una serie de transformaciones y ajustamientos para facilitar el paso del bebé a través del canal del parto. Esta adaptación es posible gracias a varios factores anatómicos y hormonales que trabajan conjuntamente.
Los huesos de la pelvis no están completamente fijos, sino que tienen cierta capacidad de movimiento gracias a las articulaciones y los ligamentos que los conectan. Las articulaciones sacroilíacas (que unen el sacro con los ilíacos) y la sínfisi púbica (que une los dos huesos púbicos) pueden moverse para ampliar el canal del parto. Las hormonas, especialmente la relaxina, juegan un papel crucial en la preparación del cuerpo para el parto relajando los ligamentos.
Durante el parto, las suturas craneals del bebé juegan un papel vital. Las suturas son las juntas fibrosas entre los huesos del cráneo, y permiten cierta flexibilidad del cráneo. Esta flexibilidad es crucial para permitir que el jefe del bebé se comprima ligeramente mientras pasa por el canal de parte, adaptándose a los estrechos de la pelvis. Una curiosidad sobre esta característica es que es una reminiscencia evolutiva que podemos ver en los reptiles, donde las placas craneales también permiten cierta movilidad y crecimiento. A medida que el bebé crece, las suturas craneales se endurecerán y se fusionarán, pero durante el parto, esta flexibilidad es esencial para facilitar el nacimiento.
A medida que el bebé desciende por el canal del parto, realiza una serie de movimientos conocidos como las "vueltas del parto". Cada movimiento permite que el bebé se adapte a los diferentes diámetros y formas de la pelvis. Las contracciones uterinas, coordinadas por hormonas como la oxitocina, trabajan conjuntamente con la relajación de los ligamentos y de los músculos del suelo pélvico. Estas contracciones ayudan a empujar el bebé hacia abajo, mientras que la flexibilidad y el movimiento de los huesos pélvicos facilitan su paso.
Durante el embarazo, hay varias prácticas y ejercicios que se pueden realizar para ayudar a preparar la pelvis y los músculos del suelo pélvico para el parto. Estas prácticas pueden mejorar la flexibilidad, la fuerza muscular y la capacidad de relajación ya sea con ejercicios de kegel y masaje perineal como con ejercicios de flexibilidad articular de la pelvis.
En esta entrada pero me centraré en 3 posturas propuestas por Blandine Calais-Germain y Nuria Vives Parés que publicaron un libro didáctico sobre el movimiento en el parto. Las autoras destacan estas posturas por el parto por la flexibilidad que ofrecen de cara a las necesidades que pueda presentar la madre por alleugerar el dolor y facilitar el parto. Si estás embarazada pruébalas y experimenta sin miedo,
Calais-Germain, B. [Blandine] y Vives Parés, N. [Núria]. (2015). Parir en movimiento. Las movilidades de la PELVIS en el parto. Barcelona: La libre de marzo.
al fin y al cabo ¡dar a luz se un acto natural e instintivo!






Amanda Greavette (The Birth Project) - I am here for you.
PEL ITERAPIA
Fisioterapeuta especializada en suelo pélvico.
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Laura Buil Godia

